Hoy en clase vimos un vídeo acerca de la evolución biológica, narrada por Carl Sagan. En él se sostenía que procedemos de materia de las estrellas, de la que surgieron más tarde organismos unicelulares. Esta evolución nos puede parecer lenta debido a su progresiva transformación, pero comparada con la edad del universo, puede verse que no es tan lenta como creíamos.
Primero comenzamos con meros organismos unicelulares, como bacterias, para más tarde dar paso a organismos pluricelulares como algas y plantas. La vida surgió en el mar con los primeros peces, que fueron adquiriendo las características evolutivas para salir a tierra y transformarse en los primeros reptiles. Estos supusieron la primera exitosa desviación terrestre, con el surgimiento de los dinosaurios, que, sin embargo, desaparecieron después de millones de años misteriosamente; se asume que por la acción meteórica. Más tarde los reptiles se transformaron en mamíferos roedores, que dieron paso a otro tipo de mamíferos más grandes y, seguidamente, a los primates. Estos inicialmente se desplazaban entre los árboles, pero fue cuando empezaron a bajar al suelo cuando se dieron las condiciones necesarias y se consiguieron los conocimientos para, después de varios períodos, evolucionar a lo que es el ser humano actual.
El hecho de que procedamos del polvo de estrellas y ahora, una vez que hemos evolucionado, nos interesemos por ellas, me parece interesante en cierta manera. Es interesante que observemos el lugar del que indirectamente procedemos con tanta curiosidad. Por otro lado, es bastante factible que procedamos de un proceso evolutivo, aunque en siglos pasados se condenaría a alguien por simplemente sugerirlo. Creo que eso es otro símbolo de que la humanidad sigue evolucionando.
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