lunes, 28 de noviembre de 2016

La formación de la Tierra y la Luna



Hoy en clase vimos un vídeo acerca de la formación de ambos. Este contaba que hace muchísimos millones de años, orbitaban alrededor del Sol partículas de hielo, polvo... Estos se unieron, con la consecuencia de su crecimiento, formando rocas más y más grandes. Cuando dos objetos chocaban, la gravedad les mantenía unidos.

Así se formó la Tierra, tras pasar por varias colisiones; debido a estas, el planeta fue fundiéndose en el interior, hasta convertirse, literalmente, en un Infierno en la Tierra.
A su alrededor se formó también un campo magnético que protegía el aire de su posible contaminación, mientras el manto rocoso se fundía y se formaban grandes volcanes. Mientras tanto, se seguían produciendo las colisiones de asteroides; y uno, más grande que el resto, fue el causante de un impacto que cambiaría nuestro alrededor para siempre: este impacto era, sorprendentemente, la formación de la Luna.


Creo que es una teoría factible de la formación de nuestro planeta, y también de nuestro asteroide, que se ha convertido en un icono en nuestra vida. El planeta se enfrió con el tiempo, solo quedando el interior ardiendo, de modo que en su superficie pudo surgir una vida y después el resto. Si el planeta se hubiera formado un poco más lejos, o más cerca del Sol, quizá condiciones de vida como las que hay hoy en día no hubieran sido posibles, porque sería un planeta ardiente como Mercurio, o frío, como Marte o Júpiter. Por eso tenemos que estar, no agradecidos si no aliviados, de que la Tierra se haya formado como se formó, y en el lugar en el que lo hizo.

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