martes, 9 de mayo de 2017

Ingeniería genética: el ser humano dentro de 100 años

¿Cómo puede mejorar la ingeniería genética nuestras vidas? ¿Dónde se ve el ser humano dentro de 50, 100 años?

Imagina una ciudad cualquiera. Con seres humanos cualquiera. Pero estos seres humanos están mejorados. Son más inteligentes, tienen genes modificados. Apenas tienen posibilidades de contraer una enfermedad genética y, si lo hacen, sus vidas no peligrarán en base a ello. Imagina niños vacunados de enfermedades mortíferas, merendando frutas alteradas para que sepan distinto, animales modificados como antes sólo se había imaginado. Clonaciones. Tratamientos personalizados.
Todo esto podría ser posible. La ingeniería genética podría alcanzar estos niveles. Habiendo ya frutas y animales modificados, ¿por qué no ir un paso más allá y crear otros nuevos, o, al menos, basados en ellos? ¿Por qué no mejorar sus condiciones, para poder tener más beneficio de ellos? Claro que en aquí entran cuestiones tanto éticas como morales, pero, dejando eso a un lado, podría ser posible. Hoy en día la ingeniería genética ya ha realizado su primer ensayo en humanos, para ver qué futuras aplicaciones podría tener. La gente apuesta por modificar los genes que lleven algún tipo de enfermedad y eliminarlas, para conseguir seres humanos más sanos y fuertes, o incluso con genéticas más favorables. Hay quien piensa que incluso se podría hacer a los niños más inteligentes, podría haber vacunas para todos los niños, las enfermedades crónicas ya no serían un problema. Quizá antes de 100 años, al ritmo que vamos, ya podamos ver algunos de estos avances, que, mezclados con los respectivos avances tecnológicos, nos llevarían ya a un no tan lejano futuro.
Alterar el ADN del ser humano puede ser un tema impensable (o pensado, pero no aplicable) hoy en día, pero los seres humanos tendemos a querer mejorar nuestra especie, así que no sería raro pensar que cuando tengamos los conocimientos necesarios podríamos influir en nuestra propia genética para hacernos más perfectos, más guapos, más listos, más fuertes. Si tenemos los conocimientos necesarios, quizá intentaríamos frenar el proceso de envejecimiento, como ya lo hacemos de muchas maneras; curar enfermedades mortales y no preocuparnos más por ellas, vivir aún más y mejor. Si nos ponemos radicales, en un futuro muy muy lejano quizá podríamos frenar la muerte. Pero eso es más una fantasía, y mientras podamos centrarnos en la cura de enfermedades y la mejoría de nuestras vidas en todos los sentidos, ¿por qué no hacerlo?
Quién sabe si en el futuro tendremos zoos con animales modificados, o comeremos carne sin necesidad de matar a tantos animales. Frutas nuevas, medicamentos, todo para mejorar nuestra vida.

Al ritmo que vamos, la ingeniería genética podría modificar tantas cosas en nuestra vida que no sería extraño conseguir algo de esto, y más en un período de 100 años, cuando en 50 ya hemos avanzado hasta un punto que antes no se imaginaba. Así que, pensando en grande, la ingeniería genética podría ser nuestro pasaje al futuro, que no estaría tan lejano.

1 comentario:

  1. Buena entrada, lo único, mucho texto, sigue así conseguirás mejorar algún día.

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